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La baja inversión pública en salud y la privatización: dos problemas troncales a superar

Foto del escritor: Fulgencio SeverinoFulgencio Severino

Para el 2025, el gobierno invertirá RD$127 mil millones, de los cuales RD$73 mil millones serán destinados directamente a los servicios asistenciales de salud a través de la Dirección Nacional del Servicio Nacional de Salud.


Esa inversión representará una proporción del PIB estimado para ese año de 1.8%. Sumado al gasto en salud a través del sistema de seguridad social dominicano, estimado en RD$95 mil millones, alcanzará un total de RD$222 mil millones, equivalente al 3.1% del PIB.


La baja inversión pública y el gasto insuficiente en el Seguro Familiar de Salud, combinado con el encarecimiento que implica la privatización, impactan negativamente tanto en las condiciones laborales de los trabajadores de la salud (médicos, enfermeras, laboratoristas, odontólogos, psicólogos, farmacéuticos y técnicos) como en la población general.


El 72% de los médicos y médicas perciben ingresos inferiores a RD$74 mil mensuales. Dentro de este grupo, los médicos pasantes ganan entre RD$40 mil y RD$44 mil, mientras que los residentes reciben entre RD$54 mil y RD$61 mil. Solo un 11% de los médicos tienen ingresos entre RD$75 mil y RD$80 mil, el 12% recibe entre RD$80 mil y RD$90 mil, y un 5% alcanza ingresos de entre RD$90 mil y RD$100 mil.


Estos niveles salariales se han logrado gracias a años de lucha del Colegio Médico Dominicano. Sin embargo, persisten los bajos salarios y la resistencia por parte de los gobiernos para alcanzar un nivel de remuneración adecuado que permita a los médicos trabajar en un solo lugar y con menos estrés.


Como consecuencia de estas políticas salariales, se ha fomentado una dinámica laboral que habilita el doble empleo simultáneo en diferentes instituciones públicas y privadas. Esto genera un ambiente laboral marcado por el estrés, bajo rendimiento, poca dedicación a las actividades de investigación y una ausencia de compromiso con los programas educativos en la mayoría de los centros de salud del país.


Condiciones laborales y hospitalarias


Las condiciones en las que los médicos laboran en los hospitales públicos son precarias: escasez de recursos diagnósticos y terapéuticos, así como un funcionamiento hospitalario limitado a lo básico. Esto afecta directamente a los pacientes, quienes deben asumir gastos adicionales o enfrentar retrasos en su recuperación debido a la falta de insumos esenciales.


En los hospitales, la investigación y la educación continua son prácticamente inexistentes, salvo en los programas de formación de residentes. Esto ha sido una exigencia constante del Colegio Médico Dominicano, y gracias a gestiones como las del Dr. Senén Caba, la formación de médicos especialistas se ha distribuido en varios centros del interior del país.


A esto hay que agregar la inseguridad del personal. La infraestructura de la mayoría de las emergencias del país crea un ambiente de acoso constante por parte de los familiares de los pacientes, quienes, abrumados por las condiciones en las que deben recibir atención, agreden con facilidad al personal médico ante la indiferencia de las autoridades para resolver esta grave situación.


La problemática con el SENASA


En la actualidad, una preocupación destacada es la actitud del SENASA hacia la privatización de la atención en el régimen subsidiado, el cual, por ley (artículo 31), debería ser asistido en los hospitales públicos. Esta práctica debilita financieramente a los hospitales y afecta los ingresos de los médicos, quienes deberían recibir incentivos por los ingresos generados a través de este régimen.


El SENASA ha adoptado un comportamiento que incluye glosas del 15% o más de la facturación, el pago de tarifas inferiores a las que se otorgan a otros centros, y la negación de cobertura en hospitales públicos para prestaciones incluidas en el plan de servicios de salud. Esto refleja un interés por transferir pacientes al sector privado, en detrimento del hospital público y su personal médico.


La insuficiencia de las subvenciones mensuales entregadas por el SNS a los centros de salud genera déficits operativos, endeudamiento excesivo y la compra de suministros a sobreprecio, comprometiendo aún más la calidad de los servicios.


Los médicos y el sistema dominicano de seguridad social


Con la privatización de la seguridad social, los médicos sufren las consecuencias de haber delegado todas las capacidades en la intermediación realizada por las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS).


A pesar de haber transcurrido 14 años de las luchas permanentes del Colegio Médico Dominicano y las Sociedades Médicas Especializadas, persisten problemas graves, como:


  • La negativa a afiliación de médicos por parte de las ARS.

  • Las bajas tarifas impuestas a los servicios médicos.

  • La negativa de las ARS a cubrir procedimientos más efectivos y con menos complicaciones.


En promedio, el costo operativo del sistema alcanza el 13%, lo que representa más de RD$13 mil millones anuales destinados a la intermediación, en detrimento del derecho a la salud de la población y del pago de honorarios justos a los profesionales.


Como consecuencia de esta situación, los médicos han pasado a un modelo de actividad laboral bajo un "contrato sombrilla". Esto se debe a que muchos centros privados, anteriormente propiedad de médicos, han enfrentado crisis financieras críticas. Estas dificultades han llevado al cierre de varios centros o los han obligado a operar en condiciones de crisis económica.


Conclusiones y propuestas


La situación laboral de los médicos en el sector salud está caracterizada por:


  • Bajos salarios.

  • Estrés por las condiciones hospitalarias.

  • Multiplicidad de empleos.

  • Escasa participación en investigación.

  • Baja inversión pública en educación continua.


Propuestas clave para un cambio significativo:


  • Mayor inversión en salud: Es esencial priorizar el gasto público en salud y buscar fuentes alternativas de financiamiento. Una inversión pública del 1.8% del PIB, sumada al gasto en seguridad social del 1.3% del PIB, para un total del 3.1%, es insuficiente para garantizar servicios de calidad y condiciones laborales dignas para los profesionales de la salud.


  • Mejora salarial: Es necesario alcanzar acuerdos para que el SENASA priorice la atención del régimen subsidiado en los hospitales públicos. Esto permitiría mejorar los incentivos y las capacidades financieras de los centros de salud del sector público.


  • Impulso a la investigación: Se debe establecer un sistema de compensación para los médicos y profesionales que participen en proyectos de investigación, financiados por el Ministerio de Salud en áreas priorizadas.


  • Participación de la industria farmacéutica: La industria nacional debe asignar recursos para financiar estudios sobre la efectividad de los medicamentos en la población dominicana, fortaleciendo los ingresos hospitalarios y los de los profesionales de la salud.


  • Equipamiento hospitalario: El gobierno debe comprometerse a dotar de manera inmediata a los hospitales públicos con los equipos necesarios para ofrecer servicios de calidad equivalentes a los del sector privado.


  • Infraestructura: Continuar con la mejora de las estructuras físicas de los centros de salud que aún no han sido intervenidos.


  • Educación continua: Implementar un programa que garantice el acceso de los médicos del sector público a cursos de formación y becas de rotación internacional, alineado con los planes estratégicos de desarrollo de cada centro de salud.


  • Pensiones indexadas: Proponer que las pensiones sean ajustadas regularmente de acuerdo con el índice de precios al consumidor, garantizando una mayor justicia económica para los médicos retirados.


  • Seguro médico: Negociar un seguro de salud de mejor cobertura para los médicos activos y pensionados, que se ajuste a sus necesidades y garantice acceso a servicios de calidad.

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