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Dr. Fulgencio Severino critica inicio del año escolar con graves deficiencias estructurales y de gestión. Es necesario un cambio de rumbo.

  • Foto del escritor: Fulgencio Severino
    Fulgencio Severino
  • 29 ago
  • 3 Min. de lectura
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Santo Domingo, República Dominicana. El Dr. Fulgencio Severino advirtió que el nuevo año escolar comienza con serias limitaciones en la cobertura, la infraestructura y la calidad educativa, lo que refleja desigualdades persistentes y una gestión deficiente de los recursos destinados al sector, por la falta de compromiso de las autoridades con la educación dominicana.


A 12 años de haberse incrementado el presupuesto de educación al 4% del PIB, es cuestionable la incapacidad de las autoridades para eficientizar el uso de los recursos económicos destinados a alcanzar una cobertura universal, infraestructura adecuada y educación de calidad en nuestro país.


Según señaló, el 29% de la población infantil entre 3 y 5 años permanece fuera del sistema escolar, lo que contradice la importancia reconocida de la educación inicial en esa etapa de desarrollo. Esta carencia golpea con más fuerza a los hogares muy pobres y pobres, donde entre el 39% y el 41% de los niños, respectivamente, no podrán acceder al preescolar; mientras que en los sectores de mayores ingresos el porcentaje es de apenas 17%, de acuerdo con la Encuesta de Hogares sobre Objetivos Múltiples de la Oficina Nacional de Estadística, publicada en 2024.


“El hecho de que una proporción tan alta de la niñez quede fuera de las aulas no es un simple número: implica riesgos de retrasos en el desarrollo de habilidades comunicativas, menor capacidad de concentración, dificultades en lectura, escritura y matemáticas, además de mayores probabilidades de deserción escolar, conductas de riesgo y limitaciones laborales en la adultez”, puntualizó Severino.


El especialista agregó que no haber construido las aulas necesarias para garantizar una cobertura universal en la educación preescolar demuestra la falta de interés del Estado por asegurar a las familias pobres y muy pobres que sus niños y niñas inicien temprano la educación. “En esto hay un sello de clase que refleja cómo los sectores de poder en nuestro país desatienden sus responsabilidades cuando se trata de los sectores con menos ingresos. En cambio, son muy ágiles cuando se trata de los intereses de esos grupos poderosos. Por más recursos que se asignan, la educación no mejora porque gran parte del presupuesto se desvía en clientelismo, politiquería y negocios particulares”, denunció.


Asimismo, Severino criticó que se repita la problemática de los útiles escolares en las escuelas públicas. Recordó que el 43% de los estudiantes aún no recibe el kit educativo, una situación que calificó como inaceptable: “No es excusa que la Dirección de Contrataciones Públicas suspendiera una licitación. El Ministerio de Educación tuvo tiempo suficiente para realizar los procesos, pero la improvisación obliga a muchas familias a asumir gastos que no pueden cubrir o, en algunos casos, a dejar de enviar a sus hijos a clases. Finalmente, la urgencia termina favoreciendo adjudicaciones rápidas a particulares cercanos al gobierno”.


Otro aspecto que preocupa es el deterioro de las infraestructuras escolares. Según denuncias del gremio magisterial, muchas escuelas carecen de agua, tienen baños en condiciones deplorables y falta de butacas, lo que desalienta la asistencia y fomenta la deserción.


Finalmente, Severino señaló que estas deficiencias se agravan por un currículo educativo débil, que limita el pensamiento crítico, la creatividad y la incorporación de tecnología en los procesos de enseñanza-aprendizaje. “El inicio del año escolar, en lugar de ser un motivo de esperanza, se convierte en un espejo de las desigualdades, la improvisación y la falta de visión de las autoridades. Urge transformar la educación para garantizar igualdad de oportunidades y preparar a una generación capaz de enfrentar los retos del futuro”, concluyó.

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