Deuda pública: ¿A quién beneficia, a quién perjudica y quién la paga?
- Fulgencio Severino
- 18 mar
- 3 Min. de lectura
El modelo económico de República Dominicana, al igual que el de muchos otros países, se fundamenta en el endeudamiento público. Esta estrategia incrementa la vulnerabilidad de la economía, amplía las desigualdades socioeconómicas y beneficia desproporcionadamente a los sectores más ricos.
El nivel actual de la deuda pública dominicana es alarmante y afecta directamente el bienestar de la población.

Uno de los indicadores más utilizados para evaluar la magnitud de la deuda es la relación entre el monto total de la misma y el Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, los partidos políticos tradicionales han utilizado este dato de manera oportunista.
Cuando están en la oposición, destacan el monto absoluto de la deuda para argumentar que es insostenible; cuando están en el gobierno, minimizan el problema enfocándose en la relación deuda/PIB. Esta postura cambia según su conveniencia, similar a la adaptación de un camaleón.
No obstante, la relación deuda/PIB es una medida engañosa, pues no refleja los compromisos reales de pago, los cuales están determinados por la tasa de interés, la moneda en que se contrajo la deuda y la proporción de los ingresos nacionales destinados a su pago.
Si analizamos la relación deuda/PIB en otros países, encontramos cifras elevadas en las economías más grandes del mundo:
Estados Unidos: 120%
Japón: 260%
Italia: 150%
España: 120%
Francia: 110%
Brasil: 90%
India: 85%
China: 77%
Alemania: 70%
República Dominicana: 44.6% (sector no financiero) + 12% (Banco Central) = 57%
A simple vista, el endeudamiento dominicano parece moderado, comparable al de Alemania. Sin embargo, la realidad es más compleja.
En términos absolutos, la deuda pública dominicana ha crecido de manera sostenida. En 2012 era de US$21,518.4 millones; en 2020 alcanzó los US$44,622.3 millones, y para 2025 se proyecta en US$57,299.4 millones. Aunque en relación con el PIB el crecimiento ha sido menos pronunciado desde 2022, la carga financiera sigue siendo significativa.
Uno de los aspectos más preocupantes es el porcentaje del PIB destinado al pago de intereses. Para 2023, la comparación con otros países es la siguiente:
Estados Unidos: 3.2%
Brasil: 4.5%
Italia: 3.5%
India: 2.5%
España: 2.0%
China: 1.5%
Francia: 1.5%
Japón: 0.8%
Alemania: 0.5%
República Dominicana: 3.5%
Esto indica que, aunque el endeudamiento en términos de PIB no sea el más alto, la carga de intereses es considerablemente elevada.
Otro factor clave es la tasa de interés. En República Dominicana es del 7.2%, una de las más altas en comparación con otros países:
Brasil: 10%
República Dominicana: 7.2%
India: 6%
China: 3%
Estados Unidos: 2.5%
Japón y Alemania: <1%
Esto significa que el país paga intereses mucho más elevados por su deuda que otras economías, lo que agrava el problema financiero.
Además del peso de los intereses, es crucial analizar qué porcentaje de los ingresos fiscales se destina al pago de la deuda. En República Dominicana, el 20.5% de los ingresos fiscales se dedica únicamente a intereses, una cifra superior al 12% de Estados Unidos.
Si se considera el pago total de la deuda (capital + intereses), el país destina cerca del 30% de sus ingresos fiscales a este propósito, limitando la inversión en salud, educación, infraestructura y seguridad.
El endeudamiento, sumado a un modelo económico basado en exenciones fiscales para atraer inversión extranjera y en una alta carga impositiva para la población y las micro, pequeñas y medianas empresas, ha vuelto a la economía dominicana altamente vulnerable.
Además, el 70% de la deuda está en moneda extranjera, lo que incrementa el riesgo ante cualquier devaluación. Si el acceso al financiamiento externo se restringiera, el país enfrentaría una crisis económica severa, con aumento de la pobreza y el desempleo.
Es urgente modificar el modelo económico dominicano con medidas como:
Reducción de exenciones fiscales excesivas, para equilibrar la carga tributaria y fortalecer el mercado interno.
Mayor inversión pública en infraestructura estratégica y viable.
Incentivo a la industrialización local, mediante inversión pública directa y asociaciones con productores.
Reducción de la corrupción y mejora de los servicios públicos, especialmente en salud, educación, energía, agua potable, pensiones y seguridad ciudadana.
Diversificación de la economía y mercados, reduciendo la dependencia del financiamiento externo.
Este análisis evidencia que el endeudamiento público en República Dominicana es elevado y riesgoso, debido a su composición en moneda extranjera, altas tasas de interés y gran proporción de los ingresos fiscales destinados a su pago.
Sin una reforma profunda, la economía dominicana seguirá expuesta a crisis financieras que afectarán a toda la población, en especial a los sectores más vulnerables.